Comienzo El Cotarro recordando, una vez más (y van tres) que mis tres pilares básicos, en lo que a derechos fundamentales se refiere, son, por este orden: la salud, la vivienda y la educación. El pasado domingo denunciaba de que, entre las ya muchas viviendas “okupadas” que hay en La Laguna, una determinada, que en su momento fue habitual residencia de verano del mundialmente famoso tenor canario Alfredo Kraus, había sido “okupada” en las vísperas del Día del Cristo. Me permití apuntar que el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez y su equipo del Gobierno Municipal deberían ocuparse (con “c”) rápidamente de este fenómeno y de su repercusión en la imagen y la seguridad del municipio lagunero. Y es que, dicho sea con respeto, una cosa es estar en riesgo de exclusión social o en situación de pobreza severa y otra, muy diferente, es autoexcluirse, auto marginarse y, de rebote, atentar contra el derecho a la propiedad privada, que también es un derecho a respetar y defender. Más aún, cuando la “okupación” tiene aspectos de redes mafiosas con otros intereses.
Piscina de la casa “okupada” que, al parecer, los “okupas” pintaron para su utilización en “jornadas de relax” con visitantes externos. Al fondo carpas y casetas para su uso.
Este problema de los okupas es algo vergonzante que solo sucede en nuestro país y que en vez de buscar solución se está enquistando, con la cantidad de decretos ley que el gobierno ha sacado de muchos temas y no de este precisamente. ¿Las personas que tenemos cualquier propiedad privada pagadas con nuestro trabajo no tenemos ningún derecho? ¿Cualquiera que le dé una patada a la puerta sí lo tiene?¿ Ésto tiene pies y cabeza?
Es indignante que estas personas además puedan robar tus pertenencias, tirar a la basura tus fotografías y recuerdos, destrozar tu propiedad y que no reciban la mínima sanción. Está clarísimo que el gobierno considera que en vez de buscarles ellos las viviendas, es mejor que vivan en nuestras casas robando luz y agua. Otra cosa inexplicable¿cómo se permite que esta gente se enganche en sitios ilegales y las propias empresas no les cierren el suministro? ¿se imaginan que tardarían dichas empresas si yo me retraso en el pago?
De verdad que siento vergüenza ajena de vivir en este país de pícaros y estafadores mientras quien tiene que velar porque esto no acurra, mira para otro lado y todos contentos. Esperemos que por esta inanición intencionada no haya ninguna desgracia.
Un saludo